Mucho cuesta a doña Letizia Ortiz mantener una vida privada. Una vida en la que poder pasear por Madrid sin despertar la curiosidad de los viandantes. No es la primera vez que pillamos a la Reina mezclĂĄndose entre los ciudadanos. Y mĂĄs desde la irrupciĂłn de los Smartphones con los que podemos hacer una fotografĂa y compartirla con el mundo. La Ășltima salida clandestina de Letizia fue en la Feria Internacional de Productos EcolĂłgicos y Consumo Responsable de Madrid hace apenas unas semanas. En esta ocasiĂłn intentĂł pasar desapercibida. No llevaba ni gota de maquillaje y sue pelo estaba recogido, lo que hacĂa evidente los numerosos arreglos estĂ©ticos a los que se somete.
Sin embargo, la salida que mĂĄs expectaciĂłn provocó fue la protagonizada junto a sus dos hijas, la Princesa de Asturias Leonor y la Infanta SofĂa, el pasado 1 de noviembre donde disfrutaron de una entrañable jornada de chicas. Las tres fueron vistas por el barrio Salamanca de Madrid. Y, aunque intentaron pasar desapercibidas, era tal lo ridĂculo de la escena que llamaba la atenciĂłn.
Lo mĂĄs llamativo y cĂłmico del momento fue la actitud. Las niñas tapaban sus ojos con las gorras -a tal punto que sĂłlo podĂan mirar al suelo- mientras SofĂa empleaba su chaleco para cubrirse la boca, siguiendo las indicaciones de su madre que ya sabe cĂłmo evitar que la reconozcan. La Reina, ademĂĄs, hacĂa lo propio con su inseparable foulard, que ya puso de moda en enero de 2012, para tapar gran parte de su rostro. Eso sĂ, en aquel momento no soltaba el mĂłvil por si en un apuro necesitaba ser rescatada.
Y como es muy lectora, también es asidua a la feria del libro de Madrid que se celebra en junio. El tiempo no ayuda a ir muy tapada por lo que normalmente se deja el pelo suelto y utiliza gafas para mezclarse entre la multitud. En varias ocasiones ha acudido como Princesa de Asturias, pero también es cierto que visita le feria de forma anónima, pues es de su gusto mezclarse entre el pueblo para conocer el talante del mismo.